El 25 de enero hizo seis meses
que salimos de Barcelona rumbo a Australia y Nueva Zelanda. Muchas cosas han
pasado desde entonces y afortunadamente no hay que explicarlas ahora porque
hemos ido actualizando el blog de una forma más o menos constante… hasta ahora.
La verdad es que hemos tenido tantas aventuras desde la última actualización
que siempre que quería ponerme a escribir aparecía un ternerito huérfano a la
puerta de casa, había que rescatar a damiselas de una Brown Snake o estábamos
liados en el Open de Australia. Qué vida más dura la del veraneante de larga
duración. Empezamos el relato:
Volvimos de Nueva Zelanda a una
hora muy mala. Eran las once de la noche del día treinta de diciembre y
teníamos por delante las famosas aduanas australianas. Además el transporte
público en Melbourne “cierra” por la noche así que nos quedamos a dormir en el
aeropuerto. Concretamente nos pusimos a dormir en unos sillones de esos que si echas
monedas te masajean. Son incomodísimos, pero después de dormir en sillas en
Venecia, en el McDonalds en Abu Dhabi y en el suelo en Christchurch pues no
está mal.
El plan era llegar a casa de Gwen
(Kyneton) por la mañana y decidir qué hacíamos para celebrar fin de año. Y aquí
empiezan las aventuras:
¿Os acordáis de Rose? Es la vaca
comedora compulsiva de manzanas que Gwen crió con biberón. Pues bien, Rose fue
madre el día treinta de diciembre. El ternero es un toro gris oscuro que se
llama Butter, que significa mantequilla (la elección del nombre carece de toda
lógica).
Unos días antes que Butter nació
Sunday, una ternera marrón. La madre murió a causa de una mordedura de
serpiente en el morro, según comenta Bruce (el dueño de las vacas)
probablemente ocurrida cuando la vaca limpiaba la placenta del suelo. En fin,
vaca huérfana vaca para Gwen.
Sunday empezó a ser alimentada
con biberón y se puso a vivir con las ocas. Como no se la veía muy feliz con
las ocas Gwen la trasladó al terreno de las ovejas, lo que le causó un trastorno
de personalidad: parece ser que creía que era una oveja.
Por casualidades del destino Rose
producía demasiada leche para Butter, lo que ocasionó que apenas pudiese
caminar. Gwen, haciendo caso omiso de Bruce y demás granjeros que le
aconsejaron, decidió poner a Sunday con Rose y Butter, a ver si Rose daba de
mamar a Sunday. Parece ser que es muy improbable que eso ocurra, pues ocurrió.
Nosotros llegamos justo cuando
pusieron a Sunday con Rose y Butter.
En casa de Gwen coincidimos con
Sonia y Ainara, dos chicas que conocimos en Nueva Zelanda y que llevan viajando
un año y medio. Mientras nos poníamos de acuerdo sobre qué hacer para celebrar
Nochevieja, llamaron a Gwen. Resulta que Bruce había encontrado a una vaca
muerta con un ternerito recién nacido al lado. El ternerito se perdió y Bruce y
su familia estaban con gastroenteritis así que no podían buscarlo. ¿Resultado?
Fuimos nosotros a buscar al recién nacido, con cierta prisa ya que quedaban un
par de horas de sol y el terreno era muy grande.
Después de casi una hora y media
buscando encontramos al ternero: un toro negro que apenas podía abrir los ojos.
Lo cogimos, lo metimos en el coche y lo llevamos para casa. Así que Nochevieja
la pasamos entre biberones y electrolitos. El nuevo habitante de la granja fue
bautizado como Toro.
Ya que no celebramos fin de año
de una forma muy ortodoxa, nos fuimos a celebrar Año Nuevo a casa de Rob. Ahí
tomamos unas pizzas cocinadas en su horno de mudbricks y pasamos un buen día. Nos
fuimos de casa de Rob con la excusa de que igual teníamos que rescatar a más
terneros.
De vuelta a casa de Gwen fui
conduciendo yo. Al ir acercándonos a la casa vi que había un remolque al lado
de la entrada. No recordaba haberlo dejado ahí así que miré el lugar en el que
debía estar y, efectivamente, el remolque de Gwen estaba ahí. ¿De dónde había
salido ese otro remolque? Aparqué el coche al lado y… había un ternero negro
dentro. ¿Toro se había escapado? No. Resulta que la vaca había tenido gemelos y
habían encontrado al hermano hacía unas horas así que lo habían llevado a casa
de Gwen.
Así que así estábamos, apenas
llevábamos veinticuatro horas en Kyneton y ya teníamos a Rose con un hijo
biológico y otro adoptado y nosotros con dos toretes a los que dar el biberón.
El hermano de Toro, por cierto, se llama Bravo.
Después de un par de días sin sobresaltos
vacunos y justo antes de que Victoria se empezase a quemar todo era paz y
tranquilidad en la granja… Una calurosa tarde de verano se escuchó un grito en
el jardín, Sonia y Ainara habían visto algo. Marina entró en la casa y nos
avisó de que había una serpiente justo en la puerta.
La serpiente resultó ser una
Brown Snake, que está considerada la segunda serpiente terrestre más peligrosa
del mundo, más que por venenosa (que lo es, y mucho) por violenta. Y lo es. Me
acerqué con la cámara para filmarla y no me mordió de milagro. Tenemos un vídeo
del ataque pero pesa mucho así que ya lo enseñaré a la vuelta.
El resultado del encuentro no fue
positivo para la serpiente. Era un riesgo muy grande para los animales y para
nosotros tenerla pululando por el jardín.
A la mañana siguiente (Gwen se
había ido a Melbourne), mientras desayunábamos vi algo que no me cuadraba. Rose
estaba comiendo ramas de olivo, ¡Directamente del olivo! Se había salido de su
terreno. Madre mía. Había que convencer a una vaca gigante de que dejase de
comer ramas de olivo fresco y se volviese a su terreno lleno de hierba seca. Yo
me limité a admirar desde la distancia (las vacas las carga el diablo) como
Marina, Sonia y Ainara compraban la voluntad de Rose a base de manzanas.
Finalmente gracias a la maña de
las chicas, a mi fuerza bruta y a las manzanas conseguimos reparar la
alambrada, con Rose en el lado interior del cercado. Durante la reparación de
la alambrada me picó una araña en una pierna, pero aquí sigo, así que no era
mortal. Dolió bastante durante una semana por eso.
En cuanto a la rutina sin
sobresaltos, lo más destacable han sido los baños en el río que hace de límite
de la propiedad de Gwen.
Marina ha aprovechado para emular
a sus ídolos de Bricomanía y ha construido un contenedor para hacer compost
utilizando maderas viejas y chapa metálica. Muy apañada.
En relación a los incendios que
han estado ocurriendo en Australia los últimos días, el más cercano lo hemos
tenido a unos treinta quilómetros. Los protocolos a seguir son muy claros: el
departamento de emergencias de Victoria llama por teléfono a todas las casas de
las zonas en peligro de tal manera que cuando descuelgas el teléfono lo que
escuchas es una sirena. A partir de ese momento eres libre de iniciar la
evacuación o de quedarte a defender tu casa. Australia es muy grande y no hay
bomberos para todos así que ya te avisan de que, en caso de incendio forestal,
no esperes que los bomberos acudan a tu casa a rescatarte. Hemos estado varios
días con la mochila lista para salir pitando pero no hemos tenido que hacerlo,
afortunadamente.
Los fuegos han dejado, eso sí,
bonitos atardeceres.
Como no podía ser de otra manera
hemos aprovechado también para ir a ver a nuestros amigos los canguros, esta vez
con una cámara con algo más de zoom.
Open de Australia
Hace unos días se celebró en
Melbourne el Open de Australia de tenis. Miguel, un amigo de mi tío que lleva
veintiocho años viviendo en Canberra nos invitó a Marina y a mí a Melbourne
para asistir al Open durante dos días. Fue la oportunidad perfecta de ver tenis
en vivo (ni Marina ni yo habíamos visto nunca un partido) y de conocer a
Miguel, que ha estado pendiente de nosotros desde que llegamos en julio del año
pasado.
Allí pudimos ver varios partidos,
entrenamientos e incluso uno de los días tuvimos un pase para el Hisense Arena,
que es el siguiente estadio en importancia después del Rod Laver Arena. En
cuanto a la intendencia, gracias a Mari Cruz (cincuenta y dos años en Canberra)
estuvimos cenando en la zona VIP del Club donde se celebra el Open.
En cuanto a actividades a
destacar vimos jugar a Verdasco (Miguel es amigo de su padre desde que eran
niños así que quedamos con él en el hotel), a Granollers y López y a más gente
que no recuerdo.
También vimos entrenar a Ferrer,
Tsonga, Wawrinka, Federer y Sharapova. En el caso de Federer fue nuestra cámara
la que lo vio entrenar, os dejamos una foto de lo que veíamos nosotros y de lo
que pudo ver la cámara. Fijaos en el detalle de la pasarela que hay detrás de la
pista donde esta Roger.
Y antes de dar por finalizada
esta actualización vamos a proceder con la “zona femenina” de parte de Marina…
Baby Shower
Otra de las cosas que nos ha tenido
entretenidos, sobre todo a mí (Marina), ha sido la “baby shower” de Amber.
Amber es la hija menor de Gwen y está embarazada de ocho meses de un niño que ¡todavía
no tiene nombre! De hecho esperan al bebé de un momento a otro, ya que, según
el médico, desde la semana pasada el nacimiento sería saludable para madre e
hijo.
¿Y qué es eso de la baby shower? ¿Viene de
show, que es mostrar en inglés? ¿Viene de ducha? ¿Pero quién se supone que se
ducha? Pues lo cierto es que ni siquiera los australianos lo tienen claro.
Aunque después de la fiesta llegamos a la conclusión de que el nombre viene
porque el bebé, aunque no haya nacido todavía, y su madre reciben ¡una ducha de
regalos! Se trata de una costumbre anglosajona que consiste en reunir a todas
las amigas y familia femenina de la futura mamá, ni siquiera el padre de la
criatura está invitado.
Parece ser que las principales actividades de la fiesta
son unos juegos algo escatológicos a parte del clásico comer y beber y una
entrega de regalos. Por suerte, Amber se saltó los juegos y se centró en organizar únicamente algo para
picar y un solo juego que consistía en repartir unos papeles en que cada uno tenía
que acabar unas frases con deseos para el niño.
Decidió hacer la fiesta un
domingo a la hora de la merienda, porque los hijos de sus amigas, fuesen niños
o niñas, sí que estaban invitados. Su idea era hacer únicamente comida dulce
con té, café y refrescos. Así que Gwen me pidió ayuda, que sabe que estas cosas
golosas se me dan bastante bien.
Desde Lauriston (Kyneton) teníamos que llevar
cucharas de plata, teteras vintage y todos esos típicos cacharros de porcelana
que hay en todo hogar y que jamás se usan pero quedan preciosos en las vitrinas
y en las fiestas. Cabe decir que los dulces que se estilan aquí no son como los
que estamos acostumbrados. Aunque la moda de los cupcakes obviamente ha llegado
hasta aquí, los pasteles suelen ser bizcochos con algún sabor particular
cubiertos con glasa. Además hacen galletas con todo tipo de ingredientes:
mantequilla de cacahuete, cereales, avena… y tartas que no necesitan horno y se
hacen con galletas machacadas (las llaman slices, porque se sirven cortadas).
Así que la misión consistió en hacer un
pastel de naranja, una tarta de limón, una tarta de chocolate y caramelo,
cupcakes de vainilla y scones (que vendrían a ser unos bollitos algo dulces sin
equivalente conocido). Y todo eso lo acabé haciendo con la ayuda de una de esas
maquinas maravillosas que parecen una hormigonera pero a escala Barbie. La
suegra de Amber preparó unas galletas de manteca de cacahuete y también
cortamos fruta por si alguien estaba a dieta… Mientras, Amber y Gwen prepararon
las mesas, las tazas, las platos, cafeteras y teteras al detalle para que todo
quedara tan bonito como en la revista Interiores (aunque aquí se lleva más la
Country Style).
A las 2 llegaron las invitadas. Amber les enseñó
la habitación del bebé, estuvieron hablando de lactancia, de cuanto introducir la
fruta en la dieta de los bebés, de donde encontrar los mejores pañales de tela
y de otras cosas de madres. Y un poco más tarde se obró la ducha de regalos.
Amber recibió un regalo muy práctico en su boda pero todavía no sabe quien se
le dio, así que esta vez le encargo a Gwen la ardua tarea de apuntar quién era
el autor de cada regalo. Cosa muy difícil dado que apenas conocía los nombres
de la mitad de las chicas y algunos regalos eran realmente difíciles de
describir.
La fiesta fue interesante, parecía un
cumpleaños infantil pero sin soplar velas y sin nadie a quien tirar de las
orejas. Además de que había más adultos entre los asistentes que menores.
Después de esta ración de feminidad vamos a
cerrar la paradita del blog… hasta mañana o pasado, que tenemos ya preparada la
actualización sobre la Great Ocean Road con paisajes estupendos, una puesta de
sol y… muchos Koalas. Todo dependerá del humor que tenga después del partido de Copa, que para variar no podremos ver. Pero estaremos pendientes.
Visca Barça!
Enrique & Marina
que bien os lo pasaís, nos alegramos mucho.
ResponderEliminarCuidaros.
Bst
Mª José y Rufino.
Ya era hora, empezábamos a notar síntomas extraños. Nos ha encantado vuestra entrada "ajetreada", el comentario es en plural por opiniones compartidas que seguro imagináis. ¡Ojo con filmar serpientes! que por aquí nos asustamos.
ResponderEliminarBesos
MAT