viernes, 31 de agosto de 2012

CURIOSIDADES AUSTRALIANAS DESDE NAMBOUR




Ya estamos en Nambour, concretamente en The Ponderosa, con Dave y Sarah. Tienen 71 y 63 años respectivamente y ambos son ingleses aunque hace más de 50 años que viven en Australia. Llegamos a Nambour después de estar un día rustiéndonos al sol de Cairns y de 30 horas en el Sunlander, el tren que comunica Cairns con Brisbane (1600 km aprox.) de forma regular.

En Julatten (se lee yulátin, por si teníais curiosidad) estábamos en medio de la jungla bastante aislados del mundo (no había cobertura, luego los de Jazztel no podían encontrarnos) así que nos dedicamos a aprender todo lo que pudimos con los Brandon. Hemos hecho marcos de ventanas a partir de un tablón, mosquiteras, restaurado asas, pomos y pestillos metálicos antiguos, limpiado tejados, cortado árboles con sierras mecánicas, montado y desmontado ventanas de más de 100 años, puesto y quitado cristales, pintado puertas… y lo más importante: Marina ha aprendido a hacer un pastel de plátano y chocolate riquísimo, tarta de Santiago y galletas con trocitos de chocolate.



El día de mi cumpleaños (25 de agosto, cada año es el mismo día) lo celebramos con tarta de Santiago, galletas en forma de “Enrique”, bengalas y una “Bush Dance”. ¿Y esto último qué es? Pues es una fiesta folk-country típica del outback Australiano. El grupo de nuestra familia (Clarketown) eran los encargados de poner música al baile y los alumnos (y familiares) del colegio de Mossman eran los encargados de vestirse como cowboys y cowgirls y bailar las coreografías (estilo country) de las canciones. Evidentemente todo esto acompañado por hamburguesas enormes (tamaño araña de las de por aquí), hot dogs y demás parafernalia de barbacoas australianas (sin patatas fritas, después de 15 barbacoas voy a dar esta guerra por perdida, en fin).

Los ocho días que hemos pasado en Julatten han sido espectaculares, sobre todo gracias a la familia.

A modo de resumen, y con tal de no olvidar nuestros días en la jungla, hemos pensado que es interesante hacer una lista con los animales que nos han asaltado durante estos días: una rata (cazada por Daisy, una perra de 15 años sorda y medio ciega), un escorpión blanco y pequeño, unas cuantas arañas muy grandes (la del lavabo es nuestra preferida), dos ranas verdes (una vivía en la televisión de la casa y la otra en un taburete en el cottage donde dormíamos nosotros), canguros salvajes (uno visto durante el día y un par escuchados durante la noche de camino al cottage), sapos venenosos de la caña de azúcar (muy tontos por cierto), una serpiente de más de dos metros espachurrada en un camino, un par de avispas más grandes que un dedo y un bandicoot (este lo hemos escuchado en el tejado por las noches; todavía no sabemos qué hacía pero era muy inquietante).



En cuanto a Nambour tenemos el pequeño problema de que es el epicentro de la Sunshine Coast, por lo que hay infinitud de posibles actividades por hacer y no tenemos suficientes días. Este fin de semana lo emplearemos con algunas excursiones que ya contaremos con pelos y señales en la próxima actualización.

Lo que teníamos pensado para esta entrada (la introducción se nos ha ido un poco de las manos, de todas formas leer es bueno para el colesterol), mientras decidimos que hacer por Nambour, era explicar las cosas que nos están pareciendo curiosas de Australia; después de un mes consideramos que ya empezamos a conocer suficiente la idiosincrasia de la gente como para poder dicha lista. A cada uno nos parecen curiosas cosas distintas así que para no pelearnos (yo ganaría porque soy más alto) las hemos descrito por separado 

¡A ver si adivináis quién ha escrito cada una!

Papel higiénico. Tenemos completamente asumido que en Australia se conduce por la izquierda, los niños hablan inglés perfectamente nada más empezar a hablar (eso en España es impensable), se desayuna salado y demás excentricidades del hemisferio sur pero hay ciertas cosas estandarizadas internacionalmente que se respetan en todo el mundo: el grifo se cierra girando en sentido horario y se abre girando en sentido anti horario, para que un perro se siente le dices “sit” con autoridad y le aplastas el culo contra el suelo con disimulo, Messi es el mejor futbolista de la historia y, la más importante, el papel higiénico se coloca de forma que el extremo por el que se estira se encuentre diametralmente opuesto a los azulejos de la pared. En Australia no se respeta esta norma de confort visual. Absolutamente en todos los lavabos en los que hemos estado en este país tienen el papel de culo puesto de forma totalmente ilógica, con el extremo libre rozando la pared. De todas maneras, y como nos insistió un buen amigo nuestro antes de irnos, nada es mejor ni peor, simplemente diferente. Por cierto que los cuadraditos en los que se divide un rollo de papel higiénico aquí realmente son cuadrados y no rectangulares. ¡Ah! Otra cosa: quien tiene labradores como mascota es Kleenex y no Scotex.

Servilletas. Estamos ya con nuestra tercera familia y todavía no hemos utilizado servilletas durante las comidas, cenas o desayunos. Los primeros días de nuestra estancia en tierras australianas este hecho nos causó cierta inquietud, ahora estamos acostumbrados. Tres hurras por nosotros. Hemos aprendido a introducir comida en nuestra boca sin tirárnosla por encima ni mancharnos los labios, cosa que aquí hacen incluso los niños. Ya podemos comer con los mayores.

Barbacoas y lavabos públicos. En Australia es tan habitual hacer una barbacoa como en España lo es votar a políticos corruptos. Hacen varias a la semana. Este hábito implica que en la gran mayoría de parques se puedan encontrar barbacoas públicas. Lo sorprendente es ver el cuidado con el que las tratan y, algo impensable en nuestra tierra, como las limpian al acabar y recogen la basura. Además de las barbacoas hay lavabos públicos, perfectamente mantenidos, limpios y con papel de sobras.

Medidas anti monopatines. En todos los pueblos y ciudades que hemos visitado hemos encontrado un Skate Park (parque para que “los de los monopatines” jueguen en un entorno de paz y tranquilidad). Lo que también nos hemos encontrado son unas rebabas metálicas colocadas perpendicularmente a la dirección del bordillo de las escaleras (y demás mobiliario urbano susceptible de ser patinado) cada medio metro. ¿Qué consiguen con eso? Pues que “los de los monopatines” no utilicen escaleras, bancos y barandillas como pista de entrenamiento. Pensamos que es una solución más barata que, por poner un ejemplo, ir reparando constantemente la Plaça dels Païssos Catalans.

Pomes. ¿Manzanas? No. Prisoner of Mother England. Así es como los australianos se refieren a los ingleses de forma un tanto despectiva. La animadversión hacia los ingleses es similar a la que siente el Mundo Civilizado hacia Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos hacia los libros sin dibujos. Lo curioso del caso es que hace un tiempo que está de moda en Australia indagar en los orígenes familiares para ver si se es descendiente de la “First Fleet”, que es la primera flota que llegó por aquí; todo hermanitas de la caridad, como os podéis imaginar si conocéis un poco como fue el primer asentamiento de blancos en Australia. La gente que descubre que sus orígenes son de la “First Fleet” lo pregona con orgullo australiano, olvidándose del pequeño detalle de que todos los componentes de la primera flota eran delincuentes ingleses, luego los australianos “más puros” son los más ingleses. Dejamos para otra ocasión el tema de los aborígenes, que es algo espinoso.

Oz. Los australianos llaman a Australia “Oz”. ¿Por qué? Porque les gusta ahorrar letras. A los australianos se les llama aussies, que se pronuncia algo así como “odsis”, así que de manera informal se refieren a su tierra como “Oz”, para ahorrarse el engorro de tener que decir Australia.

Comida entre estados. Está terminantemente prohibido cambiar de estado llevando comida. De esta manera evitan invasiones de animales, insectos o plantas, virus, bacterias o bichitos malos. Les deseamos toda la suerte del mundo en esta empresa.

Peajes. Las autopistas de Australia son de peaje, hasta aquí todo normal para dos catalanes como nosotros. Ahora bien, hay cinco empresas concesionarias de autopistas y cada una tiene su propio sistema de telepeaje. ¿Qué implica esto? Para alguien con cierta movilidad geográfica (como nuestra primera familia) le supone tener que llevar cinco aparatitos de telepeaje diferentes. Otra cosa curiosa es que no hay barreras en las autopistas por lo que debes saber, antes de circular, si deberás pagar o no por esa autopista y a quién. Si no llevas telepeaje debes llamar por teléfono a la concesionaria correspondiente y dar tus datos de la tarjeta de crédito. Esto es casi tan lioso como las tarifas de los móviles.

Ancho de vía. Es lo que os imagináis. Cada estado tiene su propio ancho de vía así que, por ejemplo, no se puede ir en tren de Sydney a Brisbane sin pasar por el engorro de cambiar de tren. Cosas como estas nos hacen sentir como en casa.

Vegemite. Los australianos se pirran por el Vegemite. Es una pasta de concentrado de levadura (todavía no lo acabamos de entender) con un montón de sal y de color chocolate. A simple vista parece Nocilla. A simple gusto es como lamer un pescado untado en harina salada y avecrem. Estáis avisados por si os hacen la misma broma que a nosotros: nos dijeron que era la Nutella australiana (en una tostada no se distinguen) y la probamos con todas las ganas del mundo. Nosotros descubrimos que no nos gusta y nuestra primera familia todavía se ríe de nosotros. La venganza fue a base de all i oli.

Bottle shops y tabaco. Dentro de un supermercado es imposible encontrar alcohol; ni vino, ni cerveza, ni demás bebidas espirituosas. El alcohol se vende en las Bottle shops o Liquors, que generalmente están al lado del súper. En cuanto al tabaco, una cajetilla de 20 cigarrilos cuesta 22 dólares, lo que al cambio de buen cubero son algo más de 20 euros. En lo que se refiere al diseño de las cajetillas, recientemente se ha aprobado una ley que obliga a las tabaqueras a que las cajetillas sean iguales para todas las marcas (verde oliva o blanco, ahora no lo recordamos bien, y con una foto de un moribundo). Si alguien quiere dejar de fumar y no puede pagarse un vuelo hasta la Antártida puede venir aquí.

Fútbol australiano. Deporte sólo para hombres tan machotes como Carles Puyol, muy dinámico (una vez te explican las reglas y las entiendes) y salvajemente espectacular. Lo interesante es su nacimiento. En Australia el deporte por excelencia es el cricket (herencia de la madre Inglaterra), al que se juega durante los meses de verano en un campo en forma de óvalo bastante más grande que un campo de fútbol o rugby. ¿Qué les pasaba a las estrellas del cricket durante el invierno? Engordaban de mala manera. ¿La solución? Inventarse una salvajada como el fútbol australiano. Por este motivo el campo de juego es ovalado, porque realmente juegan en campos de cricket. Por si tenéis curiosidad: juegan 18 contra 18, con un balón en forma de melón y hay unos 5 o 6 árbitros que corren más que Mejuto, Mateu Lahoz e Iturralde en toda su vida.

Conciencia ambiental. Australia pintaba como un país con gran conciencia ambiental, por su excepcional patrimonio natural y por tener en su parte de atmósfera el mayor agujero de la capa de ozono del planeta sin haberlo provocado ellos. Y realmente en cuestiones de conservación y respecto a los espacios naturales existentes lo es. Pero ¿Qué pasa con la trasposición de esta conciencia en el día a día de los australianos? Nada. En cuestiones ambientales las familias viven exactamente como en los 90 de España: se procura ahorrar agua por el precio que tiene, las placas solares existen pero el petróleo sale más barato y no siempre se usan y se recicla lo justísimo. En lo que a cuestiones de reciclaje se refiere, la basura se suele separar en dos contenedores (orgánico y resto) pero en ninguna familia se hace de forma exhaustiva. Los gestores de residuos recogen la supuesta fracción orgánica (que llega a ir mezclada incluso con baterías y otros materiales peligrosos) y hacen compost. Siendo así, no es de extrañar que algunos vecinos de Cairns se encontrasen con una plaga de hormigas fuego en sus jardines tras abonarlos con el compost que regalaba el Ayuntamiento. El resto, parece ser que se separa en unas plantas de triage muy modernas, aunque todavía no hemos localizado ninguna.

Italia y Francia. La marca Italia y la marca Francia están muy presentes en Australia. Quesos, pasta, aceites, vinos… si llevan “Italia” o “Francia” se les presupone una calidad excepcional. Italianos y franceses se saben vender. ¿Dónde está el jamón serrano? ¿Dónde están los Rioja o Ribera de Duero? ¿Dónde está el vino del Priorat? ¿Y el cava del Penedés? ¿Dónde están el chorizo y el lomo? ¿Y el queso manchego, el cabrales, la teta gallega? Aquí no. Hace tiempo que parece que en España destacar y triunfar está mal visto (Alonso parece que deba pedir perdón por ganar, igual que Nadal, Pedrosa, Contador o Guardiola). La frase “algo habrá hecho” para referirse a la gente que tiene éxito de forma despectiva parece que también se aplica a las exportaciones nacionales. Tenemos los mejores productos gastronómicos del mundo y, o somos muy listos y nos los quedamos sólo para nosotros, o somos muy tontos y no los intentamos vender. ¿Debemos bajar la cabeza avergonzados por el Jamón de Guijuelo, los Percebes de Galicia y las Anchoas de L’Escala o podemos vendernos con orgullo? Rompemos una lanza en favor de Carbonell, el aceite más caro del súper en Australia.

Supermercados. Coles, Woolworths, IGA, Aldi… se han ganado varios apartados para ellos solitos. Bravo.

Las bolsas del súper. Además de continuar siendo gratis en todos los supermercados (otro aspecto a añadir al tema de la conciencia ambiental), son todas iguales: gris basura. Nos choca que las grandes cadenas australianas no estampen su logo en cada bolsa tal como hacen las de España, más que nada porqué cada bolsa es un anuncio de la marca a muy buen precio, móvil y que puede pasar de mano en mano durante un tiempo.

El redondeo. Al no tener monedas de 1 y 2 céntimos de dólar, en los establecimientos comerciales los totales siempre son múltiplos de 5 céntimos de dólar. La primera vez que te das cuenta alucinas pero luego entiendes que tiene su lógica. El redondeo siempre hacia arriba, como debe ser.

Carritos del súper. Funcionan sin monedas, por lo que no están enganchados entre sí ni al “parking de carritos”. Pensareis, esto es porqué en Australia son buena gente y no se los llevan. Pues no es así. Lo cierto es que hay carritos abandonados por todos partes y trabajadores que se dedican a hacer redadas por los alrededores para devolverlos a su parking. Ell mai no ho faria.  

Los chuches. Los cupcakes, muffins, pasteles, etc. no son una moda sino lo habitual. Esto se nota, por un lado, por lo fácil que es encontrar ingredientes, kits, moldes, decoraciones espectaculares y otras delicias en los supermercados. Y por otro lado, por el precio de dichos materiales, que es increíblemente bajo en comparación con lo que suelen costar en Barcelona. Por ejemplo, 2 kg de azúcar glass en IGA cuestan más o menos lo mismo que 250 g. en Mercadona.

Belén Esteban. Todavía no hemos encontrado a su equivalente australiano; tampoco la buscamos.

Esto es todo por ahora amigos.

Enrique & Marina


2 comentarios:

  1. Jajajaja! Quin fart de riure! Bones històries, anècdotes i sobretot molta enveja a l'experiència que esteu tenint! ;)

    Seguiu així i a veure si algun dia us animeu a fer una entrada en anglès (per així comprovar els avanços en aquesta llengua)

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  2. Bones des del germa petit!!

    Jo tambe he rigut una barbaritat amb les historietes...i em sap greu Marina...pero crec que conec l'Enrique com per saber que ha escrit ell i que no...

    I ara unes quantes similituds amb NZ i algun coneixement nou adquirit aquest mes per aqui...

    El tema dels tovallons es el mateix aqui...als supermercats en venen...pero jo encara no n'he utilitzat cap!!

    Aqui el tema de barbacoes publiques no el domino...pero si que totes les cases tenen la seva propia...fet que li dona un punt molt exquisit a les carns.

    I pel que fa als lavabos publics...a totes les poblacions per petites que siguin, n'hi ha un o mes d'un, sempre nets, amb paper i amb un horari tan original com des de les 8:00 am fins que es faci fosc...quin grau de fosc fa tancar les portes??

    Un coneixement afegit...els australians no son els unics aussies del mon...pels alemanys de l'alemanya occidental, coneixien com a aussies als alemanys de l'alemanya oriental!!

    Aqui les exportacions Made in Spain estan mes presents, com l'oli d'altres productes alimentaris i mes coses algunes bastant sorprenents pero que ara no recordo la veritat...i a que no en sabeu un de ben catala...tots els balins per les armes d'aire son majoritariament de Sant Feliu de Llobregat i la majoria de la municio es espanyola...

    Aqui el tema de l'arrodoniment tambe existeix encara que no sempre...i de moment l'unic dia que me l'han aplicat ha estat a favor...aixi que ja sabeu...aqui regalen centims de kiwidolar!!

    I us desitjo que no trobeu a la Esteban aussie!! i si la trobeu no ens digueu qui es!!

    Que vagi molt be!! I ja anem parlant!!

    Oscar

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