Ya estamos en Nambour, concretamente en The Ponderosa, con Dave y
Sarah. Tienen 71 y 63 años respectivamente y ambos son ingleses aunque hace más
de 50 años que viven en Australia. Llegamos a Nambour después de estar un día
rustiéndonos al sol de Cairns y de 30 horas en el Sunlander, el tren que
comunica Cairns con Brisbane (1600 km aprox.) de forma regular.
En Julatten (se lee yulátin, por si teníais curiosidad) estábamos en
medio de la jungla bastante aislados del mundo (no había cobertura, luego los de
Jazztel no podían encontrarnos) así que nos dedicamos a aprender todo lo que
pudimos con los Brandon. Hemos hecho marcos de ventanas a partir de un tablón,
mosquiteras, restaurado asas, pomos y pestillos metálicos antiguos, limpiado
tejados, cortado árboles con sierras mecánicas, montado y desmontado ventanas
de más de 100 años, puesto y quitado cristales, pintado puertas… y lo más
importante: Marina ha aprendido a hacer un pastel de plátano y chocolate
riquísimo, tarta de Santiago y galletas con trocitos de chocolate.
El día de mi cumpleaños (25 de agosto, cada año es el mismo día) lo
celebramos con tarta de Santiago, galletas en forma de “Enrique”, bengalas y
una “Bush Dance”. ¿Y esto último qué es? Pues es una fiesta folk-country típica
del outback Australiano. El grupo de nuestra familia (Clarketown) eran los
encargados de poner música al baile y los alumnos (y familiares) del colegio de
Mossman eran los encargados de vestirse como cowboys y cowgirls y bailar las
coreografías (estilo country) de las canciones. Evidentemente todo esto
acompañado por hamburguesas enormes (tamaño araña de las de por aquí), hot dogs
y demás parafernalia de barbacoas australianas (sin patatas fritas, después de
15 barbacoas voy a dar esta guerra por perdida, en fin).
Los ocho días que hemos pasado en Julatten han sido espectaculares,
sobre todo gracias a la familia.
A modo de resumen, y con tal de no olvidar nuestros días en la jungla,
hemos pensado que es interesante hacer una lista con los animales que nos han
asaltado durante estos días: una rata (cazada por Daisy, una perra de 15 años
sorda y medio ciega), un escorpión blanco y pequeño, unas cuantas arañas muy
grandes (la del lavabo es nuestra preferida), dos ranas verdes (una vivía en la
televisión de la casa y la otra en un taburete en el cottage donde dormíamos
nosotros), canguros salvajes (uno visto durante el día y un par escuchados
durante la noche de camino al cottage), sapos venenosos de la caña de azúcar
(muy tontos por cierto), una serpiente de más de dos metros espachurrada en un
camino, un par de avispas más grandes que un dedo y un bandicoot (este lo hemos
escuchado en el tejado por las noches; todavía no sabemos qué hacía pero era
muy inquietante).
En cuanto a Nambour tenemos el pequeño problema de que es el epicentro
de la Sunshine Coast, por lo que hay infinitud de posibles actividades por
hacer y no tenemos suficientes días. Este fin de semana lo emplearemos con
algunas excursiones que ya contaremos con pelos y señales en la próxima
actualización.
Lo que teníamos pensado para esta entrada (la introducción se nos ha
ido un poco de las manos, de todas formas leer es bueno para el colesterol),
mientras decidimos que hacer por Nambour, era explicar las cosas que nos están
pareciendo curiosas de Australia; después de un mes consideramos que ya
empezamos a conocer suficiente la idiosincrasia de la gente como para poder
dicha lista. A cada uno nos parecen curiosas cosas distintas así que para no
pelearnos (yo ganaría porque soy más alto) las hemos descrito por separado
¡A
ver si adivináis quién ha escrito cada una!
Papel higiénico. Tenemos completamente asumido que en Australia se
conduce por la izquierda, los niños hablan inglés perfectamente nada más
empezar a hablar (eso en España es impensable), se desayuna salado y demás
excentricidades del hemisferio sur pero hay ciertas cosas estandarizadas
internacionalmente que se respetan en todo el mundo: el grifo se cierra girando
en sentido horario y se abre girando en sentido anti horario, para que un perro
se siente le dices “sit” con autoridad y le aplastas el culo contra el suelo
con disimulo, Messi es el mejor futbolista de la historia y, la más importante,
el papel higiénico se coloca de forma que el extremo por el que se estira se
encuentre diametralmente opuesto a los azulejos de la pared. En Australia no se
respeta esta norma de confort visual. Absolutamente en todos los lavabos en los
que hemos estado en este país tienen el papel de culo puesto de forma
totalmente ilógica, con el extremo libre rozando la pared. De todas maneras, y
como nos insistió un buen amigo nuestro antes de irnos, nada es mejor ni peor,
simplemente diferente. Por cierto que los cuadraditos en los que se divide un
rollo de papel higiénico aquí realmente son cuadrados y no rectangulares. ¡Ah!
Otra cosa: quien tiene labradores como mascota es Kleenex y no Scotex.
Servilletas. Estamos ya con nuestra tercera familia y todavía no hemos
utilizado servilletas durante las comidas, cenas o desayunos. Los primeros días
de nuestra estancia en tierras australianas este hecho nos causó cierta
inquietud, ahora estamos acostumbrados. Tres hurras por nosotros. Hemos
aprendido a introducir comida en nuestra boca sin tirárnosla por encima ni
mancharnos los labios, cosa que aquí hacen incluso los niños. Ya podemos comer
con los mayores.
Barbacoas y lavabos públicos. En Australia es tan habitual hacer una
barbacoa como en España lo es votar a políticos corruptos. Hacen varias a la
semana. Este hábito implica que en la gran mayoría de parques se puedan
encontrar barbacoas públicas. Lo sorprendente es ver el cuidado con el que las
tratan y, algo impensable en nuestra tierra, como las limpian al acabar y
recogen la basura. Además de las barbacoas hay lavabos públicos, perfectamente
mantenidos, limpios y con papel de sobras.
Medidas anti monopatines. En todos los pueblos y ciudades que hemos
visitado hemos encontrado un Skate Park (parque para que “los de los
monopatines” jueguen en un entorno de paz y tranquilidad). Lo que también nos
hemos encontrado son unas rebabas metálicas colocadas perpendicularmente a la
dirección del bordillo de las escaleras (y demás mobiliario urbano susceptible
de ser patinado) cada medio metro. ¿Qué consiguen con eso? Pues que “los de los
monopatines” no utilicen escaleras, bancos y barandillas como pista de
entrenamiento. Pensamos que es una solución más barata que, por poner un
ejemplo, ir reparando constantemente la Plaça dels Païssos Catalans.
Pomes. ¿Manzanas? No.
Prisoner of Mother England. Así es como los australianos se refieren a
los ingleses de forma un tanto despectiva. La animadversión hacia los ingleses
es similar a la que siente el Mundo Civilizado hacia Cristiano Ronaldo o Sergio
Ramos hacia los libros sin dibujos. Lo curioso del caso es que hace un tiempo
que está de moda en Australia indagar en los orígenes familiares para ver si se
es descendiente de la “First Fleet”, que es la primera flota que llegó por
aquí; todo hermanitas de la caridad, como os podéis imaginar si conocéis un
poco como fue el primer asentamiento de blancos en Australia. La gente que
descubre que sus orígenes son de la “First Fleet” lo pregona con orgullo
australiano, olvidándose del pequeño detalle de que todos los componentes de la
primera flota eran delincuentes ingleses, luego los australianos “más puros”
son los más ingleses. Dejamos para otra ocasión el tema de los aborígenes, que
es algo espinoso.
Oz. Los australianos llaman a Australia “Oz”. ¿Por qué? Porque les
gusta ahorrar letras. A los australianos se les llama aussies, que se pronuncia
algo así como “odsis”, así que de manera informal se refieren a su tierra como
“Oz”, para ahorrarse el engorro de tener que decir Australia.
Comida entre estados. Está terminantemente prohibido cambiar de estado
llevando comida. De esta manera evitan invasiones de animales, insectos o
plantas, virus, bacterias o bichitos malos. Les deseamos toda la suerte del
mundo en esta empresa.
Peajes. Las autopistas de Australia son de peaje, hasta aquí todo
normal para dos catalanes como nosotros. Ahora bien, hay cinco empresas concesionarias
de autopistas y cada una tiene su propio sistema de telepeaje. ¿Qué implica
esto? Para alguien con cierta movilidad geográfica (como nuestra primera
familia) le supone tener que llevar cinco aparatitos de telepeaje diferentes.
Otra cosa curiosa es que no hay barreras en las autopistas por lo que debes
saber, antes de circular, si deberás pagar o no por esa autopista y a quién. Si
no llevas telepeaje debes llamar por teléfono a la concesionaria
correspondiente y dar tus datos de la tarjeta de crédito. Esto es casi tan
lioso como las tarifas de los móviles.
Ancho de vía. Es lo que os imagináis. Cada estado tiene su propio
ancho de vía así que, por ejemplo, no se puede ir en tren de Sydney a Brisbane
sin pasar por el engorro de cambiar de tren. Cosas como estas nos hacen sentir
como en casa.
Vegemite. Los australianos se pirran por el Vegemite. Es una pasta de
concentrado de levadura (todavía no lo acabamos de entender) con un montón de
sal y de color chocolate. A simple vista parece Nocilla. A simple gusto es como
lamer un pescado untado en harina salada y avecrem. Estáis avisados por si os
hacen la misma broma que a nosotros: nos dijeron que era la Nutella australiana
(en una tostada no se distinguen) y la probamos con todas las ganas del mundo. Nosotros
descubrimos que no nos gusta y nuestra primera familia todavía se ríe de
nosotros. La venganza fue a base de all i oli.
Bottle shops y tabaco. Dentro de un supermercado es imposible
encontrar alcohol; ni vino, ni cerveza, ni demás bebidas espirituosas. El
alcohol se vende en las Bottle shops o Liquors, que generalmente están al lado
del súper. En cuanto al tabaco, una cajetilla de 20 cigarrilos cuesta 22
dólares, lo que al cambio de buen cubero son algo más de 20 euros. En lo que se
refiere al diseño de las cajetillas, recientemente se ha aprobado una ley que
obliga a las tabaqueras a que las cajetillas sean iguales para todas las marcas
(verde oliva o blanco, ahora no lo recordamos bien, y con una foto de un
moribundo). Si alguien quiere dejar de fumar y no puede pagarse un vuelo hasta
la Antártida puede venir aquí.
Fútbol australiano. Deporte sólo para hombres tan machotes como Carles
Puyol, muy dinámico (una vez te explican las reglas y las entiendes) y
salvajemente espectacular. Lo interesante es su nacimiento. En Australia el
deporte por excelencia es el cricket (herencia de la madre Inglaterra), al que
se juega durante los meses de verano en un campo en forma de óvalo bastante más
grande que un campo de fútbol o rugby. ¿Qué les pasaba a las estrellas del
cricket durante el invierno? Engordaban de mala manera. ¿La solución?
Inventarse una salvajada como el fútbol australiano. Por este motivo el campo
de juego es ovalado, porque realmente juegan en campos de cricket. Por si
tenéis curiosidad: juegan 18 contra 18, con un balón en forma de melón y hay
unos 5 o 6 árbitros que corren más que Mejuto, Mateu Lahoz e Iturralde en toda
su vida.
Conciencia ambiental. Australia pintaba como un país con gran
conciencia ambiental, por su excepcional patrimonio natural y por tener en su
parte de atmósfera el mayor agujero de la capa de ozono del planeta sin haberlo
provocado ellos. Y realmente en cuestiones de conservación y respecto a los
espacios naturales existentes lo es. Pero ¿Qué pasa con la trasposición de esta
conciencia en el día a día de los australianos? Nada. En cuestiones ambientales
las familias viven exactamente como en los 90 de España: se procura ahorrar
agua por el precio que tiene, las placas solares existen pero el petróleo sale
más barato y no siempre se usan y se recicla lo justísimo. En lo que a
cuestiones de reciclaje se refiere, la basura se suele separar en dos
contenedores (orgánico y resto) pero en ninguna familia se hace de forma
exhaustiva. Los gestores de residuos recogen la supuesta fracción orgánica (que
llega a ir mezclada incluso con baterías y otros materiales peligrosos) y hacen
compost. Siendo así, no es de extrañar que algunos vecinos de Cairns se
encontrasen con una plaga de hormigas fuego en sus jardines tras abonarlos con
el compost que regalaba el Ayuntamiento. El resto, parece ser que se separa en
unas plantas de triage muy modernas,
aunque todavía no hemos localizado ninguna.
Italia y Francia. La marca Italia y la marca Francia están muy
presentes en Australia. Quesos, pasta, aceites, vinos… si llevan “Italia” o
“Francia” se les presupone una calidad excepcional. Italianos y franceses se
saben vender. ¿Dónde está el jamón serrano? ¿Dónde están los Rioja o Ribera de
Duero? ¿Dónde está el vino del Priorat? ¿Y el cava del Penedés? ¿Dónde están el
chorizo y el lomo? ¿Y el queso manchego, el cabrales, la teta gallega? Aquí no.
Hace tiempo que parece que en España destacar y triunfar está mal visto (Alonso
parece que deba pedir perdón por ganar, igual que Nadal, Pedrosa, Contador o
Guardiola). La frase “algo habrá hecho” para referirse a la gente que tiene
éxito de forma despectiva parece que también se aplica a las exportaciones
nacionales. Tenemos los mejores productos gastronómicos del mundo y, o somos
muy listos y nos los quedamos sólo para nosotros, o somos muy tontos y no los
intentamos vender. ¿Debemos bajar la cabeza avergonzados por el Jamón de
Guijuelo, los Percebes de Galicia y las Anchoas de L’Escala o podemos vendernos
con orgullo? Rompemos una lanza en favor de Carbonell, el aceite más caro del
súper en Australia.
Supermercados. Coles, Woolworths, IGA, Aldi… se han ganado varios
apartados para ellos solitos. Bravo.
Las bolsas del súper. Además de continuar siendo gratis en todos los
supermercados (otro aspecto a añadir al tema de la conciencia ambiental), son
todas iguales: gris basura. Nos choca que las grandes cadenas australianas no
estampen su logo en cada bolsa tal como hacen las de España, más que nada
porqué cada bolsa es un anuncio de la marca a muy buen precio, móvil y que
puede pasar de mano en mano durante un tiempo.
El redondeo. Al no tener monedas de 1 y 2 céntimos de dólar, en los
establecimientos comerciales los totales siempre son múltiplos de 5 céntimos de
dólar. La primera vez que te das cuenta alucinas pero luego entiendes que tiene
su lógica. El redondeo siempre hacia arriba, como debe ser.
Carritos del súper. Funcionan sin monedas, por lo que no están enganchados
entre sí ni al “parking de carritos”. Pensareis, esto es porqué en Australia
son buena gente y no se los llevan. Pues no es así. Lo cierto es que hay
carritos abandonados por todos partes y trabajadores que se dedican a hacer
redadas por los alrededores para devolverlos a su parking. Ell mai no ho faria.
Los chuches. Los cupcakes, muffins, pasteles, etc. no son una moda sino lo
habitual. Esto se nota, por un lado, por lo fácil que es encontrar
ingredientes, kits, moldes, decoraciones espectaculares y otras delicias en los
supermercados. Y por otro lado, por el precio de dichos materiales, que es increíblemente
bajo en comparación con lo que suelen costar en Barcelona. Por ejemplo, 2 kg de
azúcar glass en IGA cuestan más o menos lo mismo que 250 g. en Mercadona.
Belén Esteban. Todavía no hemos encontrado a su equivalente
australiano; tampoco la buscamos.
Esto es todo por ahora amigos.
Enrique & Marina
Jajajaja! Quin fart de riure! Bones històries, anècdotes i sobretot molta enveja a l'experiència que esteu tenint! ;)
ResponderEliminarSeguiu així i a veure si algun dia us animeu a fer una entrada en anglès (per així comprovar els avanços en aquesta llengua)
Bones des del germa petit!!
ResponderEliminarJo tambe he rigut una barbaritat amb les historietes...i em sap greu Marina...pero crec que conec l'Enrique com per saber que ha escrit ell i que no...
I ara unes quantes similituds amb NZ i algun coneixement nou adquirit aquest mes per aqui...
El tema dels tovallons es el mateix aqui...als supermercats en venen...pero jo encara no n'he utilitzat cap!!
Aqui el tema de barbacoes publiques no el domino...pero si que totes les cases tenen la seva propia...fet que li dona un punt molt exquisit a les carns.
I pel que fa als lavabos publics...a totes les poblacions per petites que siguin, n'hi ha un o mes d'un, sempre nets, amb paper i amb un horari tan original com des de les 8:00 am fins que es faci fosc...quin grau de fosc fa tancar les portes??
Un coneixement afegit...els australians no son els unics aussies del mon...pels alemanys de l'alemanya occidental, coneixien com a aussies als alemanys de l'alemanya oriental!!
Aqui les exportacions Made in Spain estan mes presents, com l'oli d'altres productes alimentaris i mes coses algunes bastant sorprenents pero que ara no recordo la veritat...i a que no en sabeu un de ben catala...tots els balins per les armes d'aire son majoritariament de Sant Feliu de Llobregat i la majoria de la municio es espanyola...
Aqui el tema de l'arrodoniment tambe existeix encara que no sempre...i de moment l'unic dia que me l'han aplicat ha estat a favor...aixi que ja sabeu...aqui regalen centims de kiwidolar!!
I us desitjo que no trobeu a la Esteban aussie!! i si la trobeu no ens digueu qui es!!
Que vagi molt be!! I ja anem parlant!!
Oscar